miércoles, 13 de mayo de 2015

EL POEMA

Que una leve sonrisa es tu halago,
la sutil caricia del rostro amigo,
la débil sombra de un deseo furtivo,
ahora no se esconde al ser buscado.
Me acompaña el susurro de su consuelo,
suave terciopelo de su palabra,
almendrada forma de lágrima alada,
que calmó la amarga sed de mi anhelo.
Al infinito abrigo de su alma,
consuelo de quien no tenía ya nada,
yo busco mi amor, yo busco la calma.
Que mi esperanza es ver al fin trocado
su roce en caricia; su voz en beso.
Su alma amiga en alma enamorada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario